En muchas ocasiones además de la ortodoncia es necesario el limado de dientes para que la dentadura quede totalmente alineada. Este tratamiento se realiza en diferentes casos:
- Cuando hay dientes demasiado puntiagudos.
- Cuando hay dientes deformados.
- Por rotura de un diente por traumatismo.
- Cuando los dientes son demasiado largos o demasiado grandes.
En todos los casos, este proceso se hará una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia, nunca antes o durante el tratamiento, ya que es importante esperar al resultado final.
Gracias al limado de dientes se puede crear espacio en diferentes zonas por lo que se consigue una mejor y mayor oclusión dental. Además, se consiguen alinear las piezas dentales o que aumente la zona de contacto dental.
Para la realización de este proceso se pueden utilizar dos herramientas:
- Mini torno
- Bandas que se asemejan al papel de lija.
La cantidad a limar en la pieza dental no superará nunca los 2,5 mm para los incisivos y 6,4 mm en las piezas dentales molares. En el caso de que se limase más de la cuenta, el diente puede volverse sensible y el esmalte puede verse afectado.
Como podéis ver, el principal objetivo de este procedimiento es mejorar la estética y será el dentista el encargado de determinar si se va a realizar ese tratamiento o si por el contrario, con el tratamiento de ortodoncia bastará.