Existen varios Tipos de aplicaciones de flúor:
- TÓPICAS
El flúor hace acción por contacto con la superficie del esmalte. Tiene un efecto local. Dentro de este grupo encontramos productos como la pasta de dientes, los colutorios, el gel y el barniz de flúor.
- SISTÉMICAS
Es el flúor ingerido, que pasa a la sangre y luego llega al diente. Dentro de este grupo tenemos las aguas fluoradas, pastillas, tabletas, gotas, sal y leche fluoradas.
Está comprobado que es mucho más efectiva para la prevención de la caries la aplicación tópica que la sistémica. El flúor en la dosis adecuada produce la remineralización del esmalte, es decir, lo hace más fuerte.
El flúor sistémico se considera válido sólo en la etapa en la que se están calcificando los dientes, que es cuando todavía no han erupcionado, pero es justo en esa etapa precisamente cuando, si se toma en dosis demasiado elevadas, se puede dar la fluorosis dental.
La fluorosis dental es un problema que aparece a causa de la ingesta de demasiados fluoruros durante el periodo en el que se desarrollan los dientes. Lo que provoca es una mala maduración del esmalte, es decir, una mala calcificación, con lo que se puede observar un esmalte manchado y mucho más débil, pudiendo incluso verse en casos muy graves destrucción del esmalte.
Hay que controlar sobre todo en edades tempranas el uso de la pasta de dientes, que sea adecuada para la edad y en especial la cantidad de pasta que se utilice. Hay franjas de edad que todavía no tienen del todo desarrollada la deglución y suelen ingerir cantidades importantes de flúor.